Activo

Aplastaste mi huevito kinder toño, eres un asesino de huevos. Se fue eli muy indignada. Compremos unos dijo el taba, sonaba ya a peligro.

Terminamos comprando una caja de Huevitos kinder, el reto: llegar hasta el jarocho caminando desde cu  y que sobraran huevitos. Participantes: El taba, el Hector y yo mesmo. Antes que nada yo le aclaré al taba, tas re wey si crees que llegaran si quiera a con Manolo,con suerte y llegamos a la comer con ellos. Si güey, el toño tiene razón, necesitamos una caja para cada uno. 

Iniciamos la caminata, para poder comer el segundo huevo tenías que haber armado el juguete y terminado el chocolate. El primero en terminar sus cuatro fue el taba, con la escusa de que sus muñecos estaban ya armados. El último Hector que por que se empalagó de chocolate, a mi me tocaron los mejores juguetes, o los que podías armar terminando siempre un poco después del taba. El mas desafortunado fue hector con un rompecabezas aunque el taba después de terminar seguía diciendo que el era el mas desafortunado por que solo armó dos. En total, fueron 12 huevitos en menos de 20 minutos. 

Llegamos al jarocho con la hiper actividad de dewy el de malcom para tomarme un café y ponerme mas tontito, no dormí sino hasta las 2 de la mañana.

activo el reto o sigo activo del reto?

Segunda semana de clases, casi adaptado a mi último semestre de carrera (espero) y al ir y venir del viento mientras voy de un lugar a otro para cumplir con mis múltiples actividades para mantenerme ocupado.
Se termina un mes de recuerdos, aventuras y más, mi colega JuanRa mañana se marcha a España, de repente me pone a pensar y a recordar y a alegrarme y a bajonearme, pero vamos, la visita de un coleguita pa México es algo que uno no vive todos los días, y es lo que mas me agrada de todo. Con veintitres años cumplidos, fiestas, colegas, recuerdos y aventuras por descubrir que más se puede pedir?
Podrá ser detener el tiempo y mirarlo como niños...

Ya en clases, perdido entre el mundo de gente, con los recuerdos del viaje, de los lugares, perdido en las clases con poco tiempo para vaguear en el cansancio de no se que. Ahora ya con 23 años que a ver que tal pintan, por lo pronto salu!

La paz es algo que me cuesta trabajo agarrar bien, el no hacer nada (y es bien sabido que yo soy contemplativo) pero mientras uno está en la playa, mazunte para ser especifico, el tiempo se para, uno mira correr las horas tras las olas, junto con los niños, pasan y pasan y a veces son las mismas y solo transcurrieron treinta minutos y no tres horas, en momentos de sstré será la primera imagen que tenga en la mente,
Pero nada es eterno, y nos fuimos a Chiapas, y miramos una realidad a parte, nunca vi tantos militares en mi vida, tantos niños pidiendo dinero ni tanta belleza olvidada.
Mientras uno camina por las calles ve tantos cafetines de extranjeros que se pierde el encanto de la ciudad al instante, y los niños venden pulseras verdaderamente bonitas, pero entra el conflicto, si las compro seguirán vendiendo y no harán mas, si no las compro no se que les pase, opto por la segunda, y sigo mirando el entorno, huimos de todo y nos fuimos a palenque, donde reinaban los mosquitos que hicieron de mi cuerpo un mar de piquetes.
Entre la selva, se encuentra pirámides y recuerdos mayas, el primer lugar que vi en todo el viaje donde eramos mas mexicanos que extranjeros, Martín, un alemán que nos alcanzó disfrutaba de las pirámides tanto como yo, y mirando como niños chiquitos todo nuestro entorno para poder guardar fotos no de papel Kodak, mas bien en la memoria.

Primera parte

Salimos a las 9 de la mañana dirección Oaxaca, la cidudad de los mil colores como yo le llamo, preparados para lo que fuere, con el popocatepetl y la mujer dormida viendo nuestra partida nos encaramos al viaje.
Llegamos a Oaxaca como a las cuatro de la tarde, mucha vida por todos lados, buscando donde dormir terminamos en una posada muy rara pero poco cara, tomando fotos, teniendo recuerdos de mi niñez, desfilando por todos lados vida, caminando por la calle de Macedonio Alcalá fumando un cigarrito en la plaza, comiendo chapulines, en fin, haciendo mil cosas. La visita reglamentada a los mercados, buscando unas tlayudas pa comer, terminamos comiendo mole, cervezas, mezcal, tazajo, chocolate, y mas.
Son tantos colores, olores, sabores y vida, que no es fácil explicarlo.
son mejores las imágenes.