mardi 21 juin 2011

lunes

Me levanté a eso de las 4 de la mañana, prendí el calentador y me volví a dormir. Desperté a las 4: 40 para darme cuenta que era muy temprano pero ya que estaba despierto pues tenía que volverme productivo. Desayuné sin prisa y me lavé unas manzanas, guardé una lata de atún y mi yoghurt. Le dije a dios a mi madre y fui por el coche para descubrir que aun no salía el sol. Sonaba en la radio la música de otros días, veía pasar los coches de otras mañanas así que me puse en huelga de rutina, bajé la ventana y me puse a inventar mis canciones, aunque bueno, más bien a combinar estrofas. Inicié con extremoduro para pasar luego a camarón y seguirme así hasta terminar con los tacubos. No dudo que gente se me quedara viendo, por lo menos se de un caso, de una viejita que estaba en el coche de al lado y movía su carita como diciendo: esta juventud que no les cuadra la chorla.

Subí la ventana, llegué a la carretera y sonaba la radio como en los expedientes secretos X, sshuuuhsshuuhsu tzsssaszzzzzzzz

Señores pasajeros, perdón señor conductor, se dispone a hacer el viaje de su vida. Tome bien las curvas y por lo que más quiera no se duerma de usted depende llegar bien al trabajo. ¿Me dices a mi? ¿Si no a quien menso? Claro, me estaba traicionando la mente. Mire usted, al lado derecho puede ver un amanecer color naranja, por el contrario del otro lado de la carretera se ve el color rojo de la luna. ¿Perdón? La luna no es roja, esta si por que llora sangre de ver los problemas mundiales. Ta madre, lo que faltaba, hasta a la luna le dieron los maderos.

Como podrá ver al fondo se ve una nube negra ¿Nube negra? Saque la mano para ver que es. Tiene razón, Madres, me acabo de llevar 10 mosquitos con la palma de la mano. Señor conductor, podrá presentar turbulencias, entraremos a un lugar con neblina. Perfecto quien dice que no se tocan las nubes, va mi mano afuera de nuevo.

Buenas poli que tal la mañana. Sus papeles señor. Si como no, todo en orden. Con cuidado que luego hay gente que saca las manos con la neblina. No me diga eso,  pueden provocar un accidente. Claro, imagínese que pasa un trailer y le rebana la mano. No pues si, pero si la sacan poquito no creo que el trailer se lleve el espejo. Joven, no saque las manos por la ventana, seguro que usted es de esos. No bueno, quizá a veces, pero na mas los deditos para ver que se siente.

Pues si lo descubrimos le metemos una multita para que vea que se siente. Entendido, buen día, buen día.

Lo demás del lunes no tiene sentido.

jeudi 9 juin 2011

Soy un coche

Me llamo Camilo, a veces hablo en español otras en el idioma que inventé de niño. Nací en un pueblo mágico por ponerle alguna particularidad. Junto a casa estaba un andador y una cerrada que de repente le salían montañas donde podía uno bajar a toda velocidad en bicicleta, que si tenía rayos pintados o un plástico en las ruedas (para que sonara como motocicleta) era mejor. También en ocasiones salían piratas de calles angostas (nunca he confirmado que sean calles, quizá era un paso nada más) Estos piratas no luchaban contra niños como en Neverland, pero si que nos quitaban las ganas de seguir jugando obligando a entrar a casa y detener la tarde.

En mi tierra el tiempo era de broma, los sábados eran eternos y siempre sobraban minutos para los quehaceres de la casa; hacer los deberes de la escuela, pasar a revisión las mochilas con los guardianes del hogar, ver como dormía la perra, jugar a hacer tamales o espiar a alguna hormiga perdida y ver donde estaba su casa o simplemente ver como se deformaban los colores de las paredes o buscar dibujos en el techo. 

No recuerdo un cumpleaños sin lluvia, el clima también era extraño, a veces llovía por días (quizá eran horas pero eso es culpa de que el tiempo era independiente) cuando pasaba esto llegaban a salir tortugas de la tierra o guarecerse aves dentro de casa. Otros días el clima era tan insoportable que mis padres nos mojaban en el patio o nos ponían a tomar el sol para que mis pies se enderezaran, eso es algo más de lo cual podría hablar, el sol podía hacer que los huesos se pusieran derechos y las piernas perdieran el arqueo anormal en los humanos. Otros días, del cielo llegaban bolas de hielo las cuales hacían el suelo blanco, eso fue el primer acercamiento a la nieve que no conocí hasta joven.

Lo que más recuerdo eran los días donde venia gente de lugares extraños, ajenos a mi, que cocía por fotos. Uno en particular era un mapache que difícilmente hablaba, era como mudo, luego supe que se llamaba Reve, su hermana jugaba con osos y mis hermanos se volvían una sola persona contra los foráneos.

Quizá lo que más extraño es que solo conocía dos sentimientos la felicidad y el amor y también que la política y el dinero habían pasado por mis manos, mi mente o mi entorno, es verdad, ese tiempo lo añoro.