un Fin de semana suerrealista!!

Definitivamente Lyón me sorprende más, o estoy predispuesto a encontrar cosas raras, un surrealismo en mi realidad (que ya es rara). ¿Por qué? Pues este fin de semana comenzó con la absenta el viernes. El sábado me llamó Juandragón (se escucha mejor que juanga los franceses no pueden pronuncial la rrrrrr) Para ir a dar un paseo y tomarnos una chevecha, cosa que me sorprendió, pero siempre alegra. Un punki nos pidió pistaches y conocí el helado de chocolate blanco. Se nos hace tarde azteca, vamonos por aquí para llegar más rápido. No seas menso Juandra vamonos por ese callejón para coches no para peatones, los callejones siempre guardan algo. Este no fue la excepción y nos dio una vista nueva de Lyón y nos mostró la casa donde tiene que ser una alegría vivir, la casa mas bonita que he visto en esta ciudad. Pues el callejón llegó a su fin para dar unas escaleras súper largas, que no sabíamos a donde llevarían, nos dejo al lado de la Tête d’Or (desde el metro de la cruz pelirroja hasta el parque es un huevo, y con ese atajito no es nada, bueno, las miles de escaleras). Ahora en bici yo te llevo, una aventura.

Llego la noche, yo quería hacer aun un montón de cosas antes de ir al ninkasi (lugar de conciertos que esta hasta su madre de lejos), donde teníamos un concierto movido por migue (que ya es raro) de música brasileña. Cosas que no pude hacer por que el botellon era en la part diu. Me fui con emi, Aitor y Marina para allá, descubrimos un edificio iluminado. Nos juntamos todos y nos fuimos pa el concierto, que prometía kapoeira y no lo tenía, así que nos subimos al escenario a bailar mientras un DJ ponía música ques que pa capoeira; llegaron los de seguridad y en lugar de corrernos a golpes ni nada nos dijeron: haber si suben a unas chicas pa mejorar esto, mi risa no tardo ni tantito. Llegó el hambre y nos fuimos a buscar un mac cerdo, el cual es 24 horas, pero solo el mac auto, llegamos y no nos vendían por no tener coche; pues nos pusimos en la fila, con coche virtual (se podría decir que hay logre en parte ser un coche). No jóvenes ese coche no vale, pídanle a uno que se los compre, ta güeno dije yo, le pedimos a un súper coche, no supimos la nacionalidad de los notas, pero ni francés, portugués, ingles, español, italiano, náhuatl ni catalán sabían, pero eran unos personajes, cada 5 minutos se bajaban 3 o 4 a fumar y se cambiaban de conductor, siempre que bajaban, bajaba uno nuevo a fumar un cigarro, pero lo logramos, conseguimos la comida y mientras Emiliano daba la primer mordida uno de los del coche le daba una patada de cuates a otro. De regreso al ninkasi para tomar el metro llegaron unos punkis que se alegraron de que fuera mexicano, hasta me preguntaron sobre calles que ellos sabían donde estaban, Emi y Aitor fueron listos y apenas los vieron se acabaron su hamburguesa, en cambio a marina le toco que tres o cuatro le pidieran un bocao, asi llegamos a casa.
El domingo, fuí a casa Migue pa comer y cenar, sin dejar de ver dragón ball Z en francés, ya saben como me las gasto. La comida fue un banquete, primero arroz a la cubana, todo cortesía Migue que hizo después sushi, y por parte de las canadienses, una ensalada re rica. Regresándonos a casa supimos que estos fines de semana, son los que te hacen las arrugas en la cara, de tanto reírte por el surrealismo que es tu vida.

aki el concierto y el coche virtual atómico

EL edificio de colores con noche de fondo.

fotos cortesía Emi, el maestro de la camara.