vendredi 25 février 2011

Concentrancia

Concentrancia es una palabra que me inventé hace tiempo cuando tenía que hacer cosas muy importantes ante la incapacidad que tengo para enfocarme en una sola cosa. Es algo parecido a malcolm in the middle con Dewey  cuando le habla un peluche azul distorsionando la realidad, pero en mi caso es más seguido y con personas. Mis padres me llegaron a decir varias veces que le echara o aventara concentrancia a la hora de entrar a un concurso, ir a entrevistas de trabajo o antes de hacer exámenes. Lo que pasa es que tengo un problema para concentrarme en una sola cosa y más cuando es algo que nunca he visto o no me lo cuentan de manera que esté todo divertido. Tal es el grado que cuando he ido al doctor no me entero de lo que tengo, sinceramente es un problema grave.

De niño haciendo una recapitulación, el segundo de primaria no recuerdo ni una sola clase; recuerdo que tenía mis apuntes completos, que si me preguntaban podía contestar casi siempre, pero al reaccionar no sabía ni que pitos me preguntaron o de que se trató la clase,  los recuerdos que tengo de ese año es que en mi cabeza hablaba chino o lo que yo creía que era el chino; vivía en diferentes pueblos,  volaba, tenía leones por mascotas y poco más. Mi capacidad de distraerme es tan grande que en ese año pidieron hacer un dibujo en papel cascarón, a lo cual yo le dije a mi madre que tenía que pegar cascarones de huevos en un cartón y dibujar sobre los trozos de cascarón las 3 carabelas de Colón. Claramente mi madre se partió pero se hizo así. Al final gané un premio por ser tan ingenioso, pero la verdad es que fue un premio a lo despistado que soy.

Hace unas semanas tenía en la cabeza a Juanin Juan Harry que le quiero regalar a mi hermana, pero como sabía poca cosa de el me puse a buscarlo y encontré maravillas. El caso es que fui a una entrevista pero yo a cada momento me imaginaba que la señorita que me hablaba se convertía poco a poco en Juanin. Terminé con una entrevista de mi a juanin y no de Juanin, perdón, la señorita a mi. Me cuestioné terminada la reunión de que se había tratado o si existiría otra entrevista, no recordaba nada, ni recuerdo nada.

Lo último que me pasó fue hoy y siendo sincero fue desastroso. Estaba en una conferencia en ingles con otras 5 personas, todo estaba perfecto, hasta que mi mente me empezó a hacer  fechorías. Terminó hace un par de horas, ya estoy sufriendo las consecuencias. YO me imaginaba que estaba dando una conferencia y me preguntaban cosas a lo que contestaba que si que era posible. Me imaginé que estaba en un examen y mientras uno hablaba otro me preguntaba estilo TOEFL What does the man mean? así que al parecer me comprometí de más y la he liado parda. Ahora tengo que componer una máquina descompuesta, hacer unas cosas para mi padre y no tengo ni idea de que es ni una ni la otra.

Tendré que ir con un loquero.


vendredi 18 février 2011

Los sueños de antonio

Hace ya algún tiempo hablé de mis sueños. Algunas veces son en multicolor y otras tantas en blanco y negro o sepia. Siempre ha sido un tema con cierto arte al hablar de ellos, son un poco fuera de lo común, pero ahora me ha pasado que la realidad se distorsiona por los sueños y al revés.

A las 6:20 de la mañana tomaba el camión a Tepeji del Río, me subí en el a eso de las 6:10, inmediatamente caí en un profundo sueño donde el ruido de la radio se volvía parte de un helicóptero, yo viajaba colgado de el a alguna planta donde trataban acero o algún material parecido en la selva. Descubría que esta selva estaba llena de cactus y entre el sol y los árboles pasaban los rayos del sol que me cegaban y por unos instantes abrí los ojos, la luz que entraba por la ventana me jodía mucho al igual que en mi sueño. Cerré la cortina, regresé al sueño. Seguía viajando por los aires pero ya no molestaba el sol, ahora era nublado, yo no asocié en ese momento (en el sueño) al instante despierto. Llegaba a una planta con un reactor, donde existía un pitido muy molesto, supuse que el reactor estaba mal, así mismo sentía un frío en la espalda, por más que me pegaba a las paredes del reactor no lograba calentarme, volví a despertar para ver que el camión estaba por el tráfico en marcha atrás haciendo un pitido muy molesto y la ventana estaba entre abierta jodiéndome la espalda, resuelto el problema me dormí al momento, regresando a la misma toma solo que el frío ya se había controlado (tampoco me percaté que mi mente me estaba haciendo malas jugadas) Recorrí la planta secreta, alcanzaba a salir y buscar mis puños y zapatos que había perdido al entrar, eran especiales, paró el ruido. Al parecer la planta se había parado, necesitaban ponerla en marcha por que los descubrirían, ya se escuchaban rumores de un espía dentro. Me pillaban, estaba acorralado en una pared curva, detenido de pies y brazos, yo sabía que si me lograba destrabar de alguna de mis extremidades se enterarían del poder de mis puños y zapatos. La gente me veía asustada me soltaban al ver mis ojos, supuse que eran mis ojos por que me veían todos fijamente como si no tuviera o encontraran una señal maldita en mi rostro; me reía y golpeaba con todas mis fuerzas las paredes y pateaba las vigas. Todo se estremecía, la gente gritaba y se escuchaba a lo lejos alguien pidiendo ayuda. Yo seguía pegándole a todo hasta que me mareaba, sentía como si rebotara dentro de mi. En ese momento desperté, un muchacho me agitaba para decirme que bajara del camión, nos habían chocado, justo al lado mio y yo ni enterado. Quizá por que solo fue un ligero raspón entre un camión y el bus donde estaba, no lo se, bajé de el con el semblante del que es interrumpido de los brazos de morfeo. Me fui caminando por la carretera hasta llegar a una gasolinera, comprar agua y esperar que llegara otro camión para llevarme al centro.

Ese mismo día por la noche, en el camión me dormía también, no logré seguir el mismo sueño, pero esta vez soñaba con un viejo que me contaba la historia de su tiendita, la gran parte de lo que soñé fue irrelevante para mi. Pero en una tiendita detrás de la terminal de autobuses de Tepeji, fui a comprar cigarros, el señor muy parecido al del sueño, quizá no lo era y lo asocié, me contaba sobre los cigarros, que el ya no fumaba porque subían a cada rato de precio e inició su historia, yo cuando abrí esta tienda, los cigarros costaban 16 pesos. El pueblo era más pequeño... inició su historia yo tenía vagos recuerdos de mi sueño así que le dije: no me diga más, seguro fumaba delicados sin filtro y las casas eran blanclas con la parte baja vino. ¿Cómo supiste? ¿Tu eres de aquí? Le contesté que no, pero que alguien que me vio fumar me comentaba lo mismo. Quizá fueron coincidencias, pero estoy perdiendo la noción entre estar despierto y consiente de lo que vivo

 

vendredi 11 février 2011

El museo de las madres

Me dio por arreglar o reacomodar mi cuarto. Me di cuenta de una cantidad innumerable de cosas, encontré de todo. desde camisetas de hace 8 años, hasta juguetes o tonterías encontradas en la calle. El problema fue que nunca le hice caso a mis padres y amigos sobre no levantar cosas del suelo.

Inicié por arreglar las camisetas, ordené por edades, encontré una camiseta de los Rolling Stones, Bridges to Babylon, una playera del 2004 de Silvio Rodriguez, una camiseta de Sevilla, otra del niño Torres, con decir que tengo playeras de la pandorga, quizá un regalo de borrachos de un colega de Ciudad Real.

También encontré todos los calcetines impares que uso, azul con gris, café con negro y así los voy haciendo con lo que las mañanas exigen, Vi mis apuntes de Francia, recordé que mi colega el Migue me decía que para que coños me los llevaba, tenía razón yo pensaba lo mismo, pero mis padres querían lo contrario.

Me encontré viejas cartas, algunas postales, recuerdos de todas partes, una piedra del Día D, libros, hojas, pulseras, fotos, aretes de viejos amores, fotos de niño.

LA guitarra desde hace tiempo sigue tan triste detrás de la puerta, junto a los DVD y un coche de control remoto de mi hermano. De niños mi hermano y yo el lugar detrás de la puerta le llamamos de las cosas viejas, de las travesuras. Quizá por eso está la guitarra en ese lugar. Es el único lugar del cuarto que posiblemente nunca ha sido del todo arreglado. Por la nostalgia, por ser intocable, no lo se. Dejé de hacerme el pulcro al llegar a este punto.

Mi cuarto ahora no es el mismo, tan ordenadito, con el dinero en su caja de coco, con los zapatos guardados, con los pantalones por colores y las camisetas por edades. Con palestinas colgadas junto a las corbatas y bufandas. Sólo quedó un lugar especial que es imposible tocar, un cajón en el librero, ese está destinado para cualquier cosa que pueda entrar, que me han regalado o me he ganado en algún lugar, todo lo que me he encontrado y no quiero tirar. Ese lugar tan especial, algunos lo llamaron el museo de las madres y es de tanto el respeto que lo considero el reflejo de mi y un espacio donde aun convivo con viejos amigos.

jeudi 3 février 2011

Me llamo Antonio

Cuando empecé a escribir, fue por la finalidad de poder plasmar de cierta manera lo que sentía. Al inicio lo hacía de la manera más desenfadada posible, no tenía la menor intención de ser entendido o entrar a un concurso, podía llegar a poner una sola coma en todo un texto, escribir vicicleta o bicicleta representaba para mi la mejor muestra de que las limitantes de la ortografía no importaban a la hora de expresarse, iluso de mi. Con el tiempo fui modificando mi redacción y la ortografía. Primero inicié escribiendo poemas en hojas de papel para hacer luego avioncitos y aventarlos desde lo más alto del edificio donde estaba, esperando que alguien encontrara alguno y lo guardase para sí, como un secreto, o un regalo; después fui en un cuaderno registrando todo, haciendo poemas con las reglas que mencionan en los institutos, o influenciado por el escritor en turno, Quevedo, Gongora, Rodrigo Solís, Benedetti o Calderón de la Barca, por mencionar algunos y hacer que las palabras rimaran con las cosas que pensaba, jugar con las esdrújulas y las rimas consonantes. Hacer cartas de amor por encargo o poemas solamente por tratar de  coquetear o impresionar a alguna chica, la cual casi nunca se sentía aludida o sorprendida por describir su cabello o el contoneo de sus caderas, llegó a pasarme que tanto rollo las aburría.

En Francia inicié este blog para guardar los recuerdos y poder leerlo cuando pasara tiempo y mis fotografías mentales fueran borrosas, así como para que mis colegas lo leyeran. Regresé a México y seguí escribiendo para que mis colegas de Europa lo visitaran de cuando en cuando y supieran las últimas de mi vida. Llegó un momento en el que se hizo más difícil escribir en el, en parte por no saber como expresar lo que sentía, también por no saber que poner o para que ponerlo. Empecé a escribir con más espacio temporal entre post y post hasta llegar al momento de escribir con espacios de meses o con un contenido burdo solo para justificar el publicar algo. Me sentí ajeno a todo esto y me cansé de escribir extrañado de decir algo si ni siquiera cuando hablo con personas allegadas pueden entender por lo que paso.

Hoy volví a sentir la imperiosa necesidad de escribir, sin importar de nuevo si alguien me entenderá o leerá esto, si alguien se vea ciertamente reflejado y sintamos quizá, que estamos menos solos en este mundo. Quizá es más sencilla la razón, la prosa es mucho más divertida y los versos en prosa, nos muestran las mejores maneras de suponer las cosas. 

Por si alguien se anima, por si esto lo encuentran, recursos infalibles de todo ser humano. Tengo dos ojos, barba mal afeitada, casi no sueño, no me llevo bien con mofeo, tengo dos perros, camino a diario y a veces me quedo junto a las carreteras a ver como pasan los camiones mientras termina la tarde. Llevo un tiempo ya viajando por el centro norte de México, descubro paisajes que nunca son televisados en las fronteras de Hidalgo, Querétaro y lugares perdidos de otros estados, estoy buscando respuestas en estos lugares, a preguntas tan personales como comunes. 

A todo esto,  me llamo Antonio.